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Cuando tus memes dominan el mundo: la Gen Z y la revolución del Italian Brainrot

Dos esqueletos humanos tomando café en una cafetería


Hace algunos meses, apareció en TikTok un tiburón con tres patas, zapatillas Nike y una voz con acento italiano diciendo cosas completamente absurdas. Su nombre: Tralalero Tralala. Nadie lo esperaba, pero se convirtió en un fenómeno viral llamado Italian Brainrot, y hoy todo Gen Z parece hablar en “tralalero” sin saber muy bien por qué.

¿Qué es el Italian Brainrot?

Este viral empezó como una broma extraña y se expandió como fuego en publicaciones generadas por IA: criaturas bizarras, frases sin sentido, estética surrealista. Según la Wikipedia, son memes creados por inteligencia artificial con nombres pseudo-italianos y narraciones caóticas. [oai_citation:0‡Wikipedia]()

Lo más loco: se volvió una mini subcultura. No es solo un meme; ha generado video-juegos clicker, merch, colaboraciones y hasta versiones regionales “Spanish Brainrot”, “German Brainrot”.

¿Por qué conecta tanto con la Gen Z?

La Generación Z es experta en lo extraño, en mezclar lo absurdo con lo auténtico. No buscan solo reír: quieren caos, experimentar, construir su propio lenguaje colectivo. El Italian Brainrot es perfecto para eso. Es ridículo, pero no por accidente; es ridículo de forma inteligente.

Además, la Gen Z tiene una relación especial con la IA y los memes generativos. No les importa tanto la perfección como la sorpresa, lo inesperado y lo emocional. Si juntas IA + humor bizarro + estética onírica, tienes todo lo que una Gen Z hiperconectada ama.

¿Es solo diversión o hay algo más profundo?

A primera vista podría parecer una broma inofensiva, pero hay matices. Por un lado, el Italian Brainrot abre preguntas sobre autoría: si la IA genera estas criaturas y narrativas, ¿quién las “crea”: el humano, el algoritmo o la comunidad que las viraliza?

Por otro lado, también es una forma de resistencia cultural. Es casi un anti-viral: no vende algo, no tiene causa política (al menos no abiertamente), solo existe para ser absurdo. Y tal vez eso sea precisamente su fuerza: es un espacio donde Gen Z puede reírse sin que todo tenga que vender algo.

El lado oscuro del meme infinito

No todo es risas y tiburones. Hay preocupaciones legítimas: ¿cómo se financian estas olas de contenido? ¿Qué derechos tienen los usuarios cuyas voces o prompts usó la IA para crear estas bestias tralaleras? También está el debate de “IA reutilizando memes para entrenarse”.

Además, cuando algo tan viral depende de la IA para existir, ¿qué pasa cuando cambia el modelo que lo creó? ¿Se desinfla la subcultura o se transforma en algo aún más extraño?

Reflexión Glitch Mental

Tal vez nuestro gusto por el caos y lo surreal es una señal: la Gen Z no solo consume memes, los vive como lenguaje y refugio. No importa que no tenga sentido —el sentido está en la conexión, en el “¿qué sigue?”.

Y si mañana apareciera un pingüino con bigote y voz de rap en japonés… probablemente nos hará más sentido que cualquier noticia seria.

¿Ustedes qué creen? ¿El Italian Brainrot es solo un meme absurdo… o parte de algo más grande en cómo Gen Z redefine la cultura digital?


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