Abro TikTok. Le doy "scroll". Un video de alguien llorando por su ex. Scroll. Publicidad. Scroll. Un vato vendiendo un curso. Scroll. Noticias bien deprimentes. Scroll. Otro curso. Cierro la app sintiéndome peor que cuando le di "tap".
Esto ya no es entretenimiento. Es una adicción sin lo divertido. O sea, pura hueva.
La muerte del "Para Ti" que nos conocía, el que sí rifaba
¿Se acuerdan cuando TikTok de verdad te conocía? Cuando el algoritmo te ponía justo lo que querías ver, incluso cosas que ni sabías que te iban a gustar, ¡qué chulada!
Esa época ya tronó.
Ahora el "Para Ti" es un desmadre. Te saca contenido bien random porque están desesperados por que te quedes más tiempo, no porque te interese. Hay una diferencia abismal entre interacción (engagement) y que te sientas a gusto, y TikTok escogió la primera.
El algoritmo ya no jala para ti. Jala para los que pagan los anuncios.
Todo es un anuncio disfrazado, ¡pura mercadotecnia!
Antes los creadores hacían contenido porque les latía, porque querían. Ahora todos son vendedores ambulantes digitales, ¡unos tianguistas!
"Hola, aquí mi rutina de skincare"—es un anuncio, ¡aguas! "Les cuento cómo le di un giro a mi vida"—es un anuncio de un curso. "Mi día súper productivo"—es un anuncio de 47 cosas de Amazon.
Ya no hay contenido de a de veras, contenido neta. Solo infomerciales con musiquita de fondo.
Y lo peor es que sí funcionan, ¿te imaginas? Como estamos tan faltos de dopamina, compramos cualquier cosa que nos prometa sentirnos menos gachos.
La ansiedad como contenido, ¡qué mala onda!
TikTok descubrió que el contenido que te hace interactuar más no es el que te pone de buenas, sino el que te hace sentir algo bien cañón. Miedo, preocupación, coraje, la necesidad de no perderte de algo (FOMO).
Por eso tu "Para Ti" está atascado de:
- "Señales de que tu noviazgo ya valió" - "Lo que ya deberías haber logrado a tu edad, ¡ya ponte las pilas!" - "Banderas rojas (red flags) que te hiciste pato y no viste" - "Por qué tu vida es un relajo y no te habías dado cuenta"
Es como una terapia al revés. Te meten inseguridades que ni sabías que tenías, ¡qué tramposos!
Y le sigues dando scroll porque el formato está tan adictivo que, aunque te caiga mal, no puedes parar.
Se nos fue el entretenimiento sin chiste, lo genuinamente chistoso
¿Te acuerdas de los videos equis? Gente haciendo puras tonterías, trends divertidos, humor sin ninguna agenda oculta.
Eso ya no existe. Todo tiene un porqué. Todo busca algo. Ya nadie hace contenido "porque sí, por echar relajo".
El último trend viral que de verdad dio risa fue... ¿cuándo? ¿Hace medio año? ¿Un año? ¡Ya ni me acuerdo!
Ahora los "trends" son pura cosa inventada por marcas o son reciclados de hace tres años. TikTok se volvió predecible. Y lo predecible, ¡qué flojera!
El lado oscuro de ser creador de contenido
Los creadores están hasta el gorro. Tienen que subir videos 3 a 5 veces al día para que el algoritmo los siga pelando. Y el algoritmo los castiga si no siguen unas reglas invisibles que cambian a cada rato.
Resultado: contenido equis, copiado, sin alma. Todos haciendo lo mismo porque es lo que el algoritmo les premia.
La creatividad se murió. Ahora solo buscan optimizar la interacción.
Y nosotros, los usuarios, nos llevamos la peor parte: una feed infinita de videos que parecen hechos por una máquina (y chance y sí).
¿Por qué seguimos aquí si ya le agarramos coraje?
Esta es la pregunta incómoda, la que nos hace ruido: si TikTok ya no es divertido, ¿por qué no le decimos adiós?
La respuesta es cruda y sencilla: porque no hay otra opción, ¡ni modo!.
Instagram está peor. YouTube Shorts es como TikTok pero más lento. Twitter/X es un campo de batalla político. BeReal ya fue. Snapchat, ¡quién usa eso!
TikTok ganó no porque sea la onda, sino porque todo lo demás está más gacho.
Estamos atorados en una relación tóxica con una app que sabemos que nos hace mal, pero no tenemos a dónde ir, ¡estamos fritos!
El efecto zombi, ¡qué miedo!
Hay algo bien raro en cómo usamos TikTok ahora. Lo abrimos sin pensar, sin querer. Scrolleamos sin ver, como si nada. Cerramos la app y ni nos acordamos qué vimos.
Es consumir en automático, en modo piloto. Como el que fuma o el que se muerde las uñas. No lo disfrutas, simplemente lo haces, ¡a fuerzas!
Un estudio reciente dijo que el 68% de los chavos Gen Z admiten abrir TikTok sin quererlo de forma consciente. Es un reflejo muscular. Aburrimiento programado.
Y aquí está lo más turbio: TikTok lo sabe y se aprovecha. Diseñaron la app justo para que funcione así. El scroll infinito, los videos cortos, la transición automática. Todo súper planeado para que tu cerebro entre en modo zombi.
La finta de comunidad
TikTok nos vendió la idea de que éramos una "comunidad". Que teníamos chistes locales, que teníamos cultura propia, que éramos diferentes, ¡no manches!
¡Pura mentira!
No hay comunidad si el algoritmo decide quién te ve y quién no. No hay cultura compartida si cada quien tiene un "Para Ti" completamente distinto. TikTok nos separó en burbujas individuales y nos dijo que éramos una tribu, ¡nos vio la cara!
La única "comunidad" real son los creadores grandes que tienen para pagar equipos de producción y estrategias. Los demás somos solo extras en su show.
Lo que de verdad nos está costando el scroll
Hablemos de lo que nadie quiere aceptar: TikTok nos está robando vida, ¡literal!
No es metafórico, es de a de veras. Horas al día haciendo scroll en contenido que olvidamos enseguida. Tiempo que podríamos estar haciendo cualquier otra cosa más productiva.
Y lo peor es que ni nos sentimos bien después. No es como ver una serie que te encanta o leer un libro que te atrapa. Es consumo vacío, ¡sin chiste!
Entras buscando algo chido y sales con más ansiedad, comparándote con gente que ni conoces, sintiéndote insuficiente por estándares que ni querías.
La nostalgia por el TikTok de antes, ¡ese sí era bueno!
Los que llevan tiempo en TikTok (sí, dos años te hacen "veterano" en el internet, ¡imagínate!) hablamos del "TikTok de antes" como si fuera una época dorada, ¡qué bonito!
Cuando los videos eran originales. Cuando podías volverte viral sin un plan. Cuando la app se sentía como un lugar para experimentar, no como una máquina de vender.
Pero esa época se acabó en cuanto TikTok se volvió mainstream, súper popular. Mientras más gente, menos magia, ¡como siempre pasa!
Las señales de que queremos irnos (pero no podemos, ¡rayos!)
Échale ojo a estos síntomas y dime si no te sientes identificado:
- Abres TikTok por puro aburrimiento, no porque de verdad te interese - Pasas más tiempo buscando "algo bueno" que viéndolo - Cierras la app más veces frustrado que entretenido - Te da culpa después de echarte horas de scroll - Sabes que deberías borrarlo pero lo dejas "por si acaso"
Eso no es que te guste la plataforma. Es una adicción, ¡es un problema!
¿Se puede arreglar esto?
Técnicamente, TikTok sí podría mejorar. Podrían:
- Darle más importancia al contenido original que a los anuncios - Castigar el contenido aburrido y premiar lo que es único y divertido - Ser claros con cómo jala el algoritmo - Darle a los usuarios el control de verdad sobre su feed - Dejar de usar la ansiedad como una herramienta para que te quedes
Pero no lo van a hacer, ¡obvio no! Porque todas esas cosas reducirían sus ganancias.
TikTok ya no es una plataforma de entretenimiento. Es una máquina para sacarte atención y datos. Y nosotros, pues, somos el producto, ¡ni más ni menos!
La pregunta que nos da pena responder
Si todos sabemos que TikTok ya no es la gran cosa, si todos aceptamos que nos hace sentir gachos, si todos reconocemos que perdemos horas en contenido que ni recordamos...
¿Por qué le seguimos usando?
No es por no quedarnos fuera (FOMO). No es porque sea bueno. Es porque nos re-cablearon el cerebro para necesitarlo.
Y esa es la parte que da más miedo.
El final incómodo
Seguramente terminas de leer esto, cierras el navegador y abres TikTok sin pensarlo, ¡es un hecho!
Yo también lo voy a hacer, no te miento.
Porque ese es el glitch: sabemos que está roto, pero seguimos usando el sistema roto porque es el único que tenemos, ¡qué remedio!
Bienvenidos a la era del entretenimiento zombi. Donde todos estamos muertos por dentro, pero le seguimos dando scroll.
¿Cuántas horas perdiste hoy en TikTok? ¿Te acuerdas de algo que viste o todo es un borrón? ¿En qué momento dejamos de disfrutarlo y empezamos solo a aguantarlo?

0 Comentarios