El asistente que te cobra por trabajar
La promesa de la Inteligencia Artificial siempre fue simple: liberarnos de lo mundano. Nos dijeron que las IA harían el trabajo aburrido, mientras nosotros nos dedicábamos a la creatividad y al pensamiento estratégico. Suena bien, ¿no? El problema es que la realidad se siente más como si estuviéramos pagando una suscripción mensual para convertirnos en la interfaz de un robot muy caro.
Piensa en tu día a día con herramientas como GPT-4, Midjourney o Claude. No te están dando la respuesta final; te están dando una versión 0.8 que tú tienes que pulir, refinar y adaptar. Pasas de ser el creativo a ser el prompt engineer y el corrector de estilo del robot. Es decir, estás pagando para hacer las partes finales y más críticas del trabajo.
El costo oculto de la automatización
Los grandes CEOs te dirán que la IA aumenta la productividad en un 300%. Y es verdad... para la empresa. Pero, ¿a qué costo para el individuo? El supuesto "asistente personal" te exige que le dediques tiempo de entrenamiento, que le escribas prompts perfectos y que verifiques cada coma. En esencia, has asumido la tarea de un controlador de calidad y un manager de un recurso digital.
Hemos caído en una trampa sutil. La IA no reemplazó la necesidad de trabajar, sino que reemplazó al empleado junior y nos empujó a nosotros, los que pagamos la suscripción, a ocupar su lugar como el eslabón final y no remunerado de la cadena productiva.
De 'prompt engineer' a 'corrector pagado'
La verdadera ironía es que muchos profesionales están usando estas herramientas para hacer el trabajo que antes habrían subcontratado a un freelancer o a un interno. Pero al hacerlo, se están volviendo más dependientes y menos creativos en el proceso final. Estamos pagando por la velocidad, sacrificando el pensamiento original.
El futuro del trabajo no es ser reemplazado por la IA, sino trabajar para la IA mientras le pagamos una tarifa mensual. Es un cambio sutil en la economía digital que pone en duda quién es el verdadero jefe y quién está haciendo el trabajo de hormiga. La IA nos dio alas, pero también nos puso la factura de la gasolina.
Si tu IA pudiera cobrarte por el tiempo que inviertes en corregirla, ¿seguiría siendo rentable tu suscripción? ¿O nos estamos auto-explotando bajo la ilusión de la eficiencia?

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