Todos los años es lo mismo. Las marcas tech lanzan productos que nadie pidió, nadie necesita y que probablemente no sirvan para nada. Y todos los años, como buenos consumidores modernos, nos morimos de ganas de tenerlos.
2025 no es la excepción. De hecho, este año se rifaron. Tenemos desde lentes de realidad aumentada que cuestan más que un coche hasta relojes inteligentes que prometen leer tu mente. Literal.
Y lo peor es que sí, yo también los quiero. Así que acompáñame en este recorrido por la tecnología más innecesaria pero irresistible del año.
1. Ray-Ban Meta Wayfarer 2: los lentes que graban todo
Meta no se rinde. Después del desastre de los primeros Ray-Ban inteligentes, lanzaron una segunda versión. Y esta vez prometen que sí funciona bien. Spoiler: sigue siendo raro usarlos.
Estos lentes tienen cámaras integradas, bocinas, micrófono y conexión con Meta IA. Puedes grabar videos, hacer videollamadas, preguntarle cosas a la IA y escuchar música. Todo sin sacar tu teléfono.
Suena útil, ¿no? El problema es que nadie quiere hablar con sus lentes en público. Te ves como lunático. Y peor: nadie sabe si los estás usando para grabarlos. La gente ya desconfía.
Pero eso no impide que los influencers los estén usando. Y que tú, igual que yo, estés considerando comprarlos solo para ver qué onda.
2. Humane AI Pin: el broche que quiere reemplazar tu celular
Este tiene que ser el gadget más pretencioso del año. Humane lanzó un pin magnético que se pega a tu ropa y tiene IA integrada. La idea es que lo uses en lugar de tu teléfono.
Tiene cámara, proyector láser, bocinas y se conecta a internet vía celular. Puedes hacerle preguntas, proyectar información en tu mano y hasta traducir idiomas en tiempo real.
En teoría, suena como ciencia ficción. En la práctica, es lento, frustrante y cuesta 700 dólares. Ah, y tienes que pagar una suscripción mensual para que funcione.
La gente lo compró. Lo probó. Y ahora está lleno de reseñas diciendo que es basura. Pero apuesto a que en cinco años todos vamos a tener algo así.
3. Oura Ring Gen 4: el anillo que sabe más de ti que tu pareja
Si pensabas que los smartwatches eran invasivos, espera a conocer el Oura Ring. Es un anillo inteligente que monitorea tu salud 24/7. Y cuando digo todo, es todo: sueño, frecuencia cardíaca, temperatura corporal, niveles de estrés, actividad física y hasta tu ciclo menstrual.
El nivel de detalle es aterrador. Te dice exactamente cuándo estás estresado, cuándo deberías dormir, cuándo estás enfermándote. Básicamente es tu mamá en forma de anillo.
Y sí, es útil. Pero también es adictivo. Te obsesionas con los datos. Te despiertas y lo primero que haces es checar tu puntaje de sueño. Si está bajo, tu día ya valió. Es una relación tóxica con un pedazo de metal.
Cuesta como 400 dólares. Y la gente lo ama. Yo incluido. No sé si eso dice algo bueno o malo de nosotros.
4. Apple Vision Pro: las gafas de realidad mixta que nadie usa en público
Apple finalmente lanzó su visor de realidad aumentada y realidad virtual. Y es impresionante. La calidad visual es increíble. La experiencia es inmersiva. El diseño es elegante.
Pero cuesta 3,500 dólares. Y pesa tanto que no puedes usarlo más de una hora sin que te duela el cuello. Y te ves ridículo usándolo.
Entonces, ¿quién lo compró? Developers. Early adopters. Gente con dinero de sobra. Y todos dicen lo mismo: es increíble, pero no sé para qué usarlo.
Apple prometió que esto iba a cambiar cómo trabajamos, cómo vemos contenido, cómo nos conectamos. Por ahora, solo cambió la forma en que nos endeudamos.
5. Tesla Optimus Gen 2: el robot humanoide que no hace nada
Elon Musk lleva años prometiendo que Tesla va a lanzar un robot humanoide que va a revolucionar todo. Spoiler: todavía no pasa.
Optimus Gen 2 puede caminar, agarrar cosas y hasta bailar. Pero no puede hacer nada útil. No puede cocinar. No puede limpiar tu casa. No puede ayudarte con tu trabajo. Básicamente es un juguete carísimo.
Pero Elon insiste en que en un par de años estos robots van a estar en todos lados. Haciendo trabajos peligrosos. Cuidando ancianos. Construyendo casas. Claro, Elon. Lo que tú digas.
Mientras tanto, el robot cuesta más de 20,000 dólares y su única función es que la gente se tome fotos con él.
6. Rabbit R1: el asistente de IA que es solo un celular chiquito
Este tiene que ser el caso más triste de marketing del año. Rabbit lanzó el R1, un dispositivo portátil con IA que promete hacer todo por ti. Reservar vuelos. Ordenar comida. Contestar mensajes.
El problema: tu teléfono ya hace todo eso. No necesitas otro dispositivo. Menos uno que cuesta 200 dólares, tiene una pantalla diminuta y se queda sin batería en tres horas.
La gente lo compró de todos modos. Porque el marketing fue bueno. Porque se veía bonito. Porque nos encanta comprar cosas que no necesitamos.
7. Nothing Ear (Open): audífonos que no se meten en tus oídos
Nothing, la marca del ex-fundador de OnePlus, lanzó audífonos que no entran en tu oído. Se quedan afuera. Como si fuera 2005 y estuvieras usando audífonos de botón.
La idea es que puedas escuchar música y al mismo tiempo oír lo que pasa a tu alrededor. Útil para cuando vas en la calle, ¿no?
El problema: la calidad de sonido es mediocre. Y todos te pueden escuchar lo que estás oyendo. Así que si andas escuchando reggaetón a todo volumen en el camión, todos lo van a saber.
Pero se ven cool. Y en 2025, eso es lo que importa.
Conclusión: la tecnología no siempre es necesaria, pero sí es divertida
¿Necesitas alguno de estos gadgets? No. ¿Los vas a querer de todos modos? Probablemente.
Porque eso es lo que hacemos. Compramos tecnología que no necesitamos. Porque es nueva. Porque es cool. Porque queremos sentirnos parte del futuro, aunque ese futuro sea absurdo.
Y está bien. Al final, eso es lo divertido de la tech. No todo tiene que ser útil. A veces solo tiene que ser interesante.
Ahora dime: ¿cuál de estos gadgets te gustaría tener? ¿O ya te compraste alguno y te arrepentiste?
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